Cuadernos de Medicina Forense
12 INSTITUTOS DE MEDICINA LEGAL Y CIENCIAS FORENSES DE ESPAÑA Etxeberria F, et al. CUADERNOS DE MEDICINA FORENSE AS O C I AC I Ó N D E M É D I C O S FO R E N S ES D E A N DA LU C Í A S O C I E DA D A N DA LU Z A D E M E D I C I N A L EG A L Y C I E N C I AS FO R E N S ES ( A M FA- SA M E LC I F ) Cuad Med Forense. 2023; 26(1):11- 28 INTRODUCCIÓN En nuestro país, la Medicina Forense se aplica de forma preferente en el ámbito de la jurisdic- ción penal y teniendo en cuenta esta circuns- tancia así se ha desarrollado la mayoría de su regulación organizativa y estructural. Lo anterior no ha impedido para que profesionales de esta especialidad médica hayan participado en mi- siones internacionales en las que resultaba ne- cesario analizar cuestiones relativas a la identi- dad y el establecimiento de la causa de muerte, desde catástrofes naturales con miles de vícti- mas a casos de derecho humanitario, como es el caso de profesionales del Instituto de Medicina Legal de Catalunya que participaron con carác- ter oficial en los análisis forenses requeridos con motivo del tsunami de Thailandia en 2004 y en el accidente de aviación de la compañía Germanwings en 2015 en los Alpes franceses o como el equipo de expertos en Patología y An- tropología Forense que recientemente el Minis- terio de Justicia tiene preparado para intervenir en las eventuales fosas comunes de la Guerra de Ucrania. En este sentido la Antropología Fo- rense se ha revelado como una especialización en auge en todos los lugares del mundo y la colaboración con organizaciones humanitarias cuenta ya con una tradición reconocida (1, 2). Una regulación hacia las necesidades internas que requieren la participación de los médicos forenses se puede encontrar en el “Real Decre- to 32/2009, de 16 de enero, de actuación Mé- dico-forense y de Policía Científica en sucesos con víctimas múltiples” (3), al que sigue la guía para la identificación de víctimas desarrollada por la “Comisión Técnica Nacional pasa sucesos con víctimas múltiples” (4), en cuyo seno se creó en diciembre de 2018 un Grupo nacional de Ex- pertos, entre los que existen ya previstos gru- pos de expertos en Antropología y Odontología Forense preparados para intervenir a nivel na- cional o internacional cuando sean requeridos en sucesos de múltiples víctimas, como tam- bién se recoge en las guías y recomendaciones del Ministerio de Justicia (5, 6). Lo anterior se puede complementar con la “Guía de recomendaciones para la práctica de la ex- humación en los casos de posible sustracción de recién nacidos” del año 2013 que es de apli- cación en todos los IMLs dependientes del Mi- nisterio de Justicia y en el INTCF, y se ha trasla- dado a todas las Comunidades Autónomas con competencias en justicia para que puedan ha- cerse extensiva a los IML de todo el Estado y a todos los órganos o entidades acreditados/as que realicen este tipo de exhumaciones (7). LAS VÍCTIMAS Y LAS FOSAS COMUNES Las exhumaciones de las víctimas de la Guerra Civil y dictadura del siglo XX cuentan con una larga tradición en nuestro país si tenemos en cuenta que ya al finalizar la guerra en 1939 die- ron comienzo estas diligencias bajo las directri- ces de la Fiscalía de la época. Tal es así, que el propio Fiscal del Tribunal Supremo, Blas Pérez González, en 1941 comunicó a las Audiencias “el cuidado en no entrar en las exhumaciones cuando sean procedentes de acción de guerra o represión de elementos rojos, función que no compete a la Causa General” (8). Con ellas se trató de buscar las pruebas necesarias para incriminar a sus responsables y fueron parti- cularmente activos los médicos forenses de la Escuela de Medicina Legal de Madrid que cen- tralizaron una buena parte de las pericias nece- sarias desarrollando protocolos y documentos específicos, así como elaborando informes mé- dicos, diligencias de autopsia y diligencias de reconocimiento e identificación (9). Avanzado el siglo XX, se construyó el Valle de los Caídos y por tal motivo se exhumaron más de 33.000 cuerpos a partir de 1958 en toda la geografía española que fueron trasladados a esa basílica y depositados en cajas individuales y colectivas en 28 recintos o columbarios. Estas exhumaciones no fueron efectuadas por espe- cialistas ni se llevaron a cabo procesos de iden- tificación forenses específicos. En la actualidad existe un proyecto promovido por Patrimonio Nacional y la Secretaría de Estado de Memoria Democrática que ha sido avalado por el Comité Científico Técnico del Consejo Médico Forense (un órgano consultivo de carácter nacional, en- cargado de asesorar y orientar científicamen- te en materia pericial tanto a administraciones como organismos públicos y a los propios mé- dicos forenses), para buscar los restos de algo más de un centenar de casos que han sido re- clamados por sus familiares. Dicha investigación sería dirigida por ocho médicos forenses titula- res con un amplio equipo de antropólogos fo- renses.
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