Cuadernos de Medicina Forense

LESIONES EN LOS CASOS DE TRAUMA CRANEOENCEFÁLICO Lasso-Díaz E, et al. Cuad Med Forense. 2024; 27(1):9- 17 15 CUADERNOS DE MEDICINA FORENSE A S O C I AC I Ó N D E M É D I C O S FO R E N S E S D E A N DA LU C Í A S O C I E DA D A N DA LU Z A D E M E D I C I N A L EG A L Y C I E N C I A S FO R E N S E S ( A M FA - SA M E LC I F ) ambas en un 91,3% (n=21), seguidos por la con- tusión encefálica, que apareció en 65,2% (n=15). En su conjunto, cabe observar como la HSA pre- dominó en el 91% de los casos de golpe direc- to versus el 59% en los casos de caída, donde lo más frecuente fue el HSD (79%). Del mismo modo, es más frecuente encontrar hematoma de tejidos subcutáneos del epicráneo en un golpe directo (91%) que en una caída (79%). La HSA fue más frecuente en los casos de colisión (88%) y golpe directo (91%) y apa- recíó con menor frecuencia en los casos de atropello (82%), precipitación (75%) y caída (59%). Por contra la HSD fue mucho más fre- cuente en los casos de caídas (79%) que en los restantes casos (36 al 48%). Como ha sido señalado por otros autores, la HSD se asocia con fracturas y contusiones cerebrales, pero hasta en un 30% de los casos pueden cursar sin estas lesiones asociadas y en esos casos su aparición se explica por el efecto de me- canismos de aceleración y rotación del en- céfalo que producen desgarros de las venas puente. Estos mecanismos de aceleración y rotación encefálica se pueden producir en casos de caídas en las que la energía del impacto, sin embargo, no es suficiente para producir fracturas o contusiones cerebrales. La existencia de consumo concomitante de alcohol o la existencia de factores asociados como fragilidad vascular o alteraciones de la coagulación se encuentran en muchos ca- sos con este tipo de lesión hemorrágica. Las HSA traumáticas también se asocian con es- tos factores de alteración de la coagulación y con mecanismos en los que existe un factor rotación o de aceleración angular en el que las venas de la aracnoides pueden lesionar- se y producir la hemorragia. No obstante, se ha podido observar que la aparición aislada de HSA se relaciona con mecanismos en los que la rotación o aceleración angular es de gran energía, a diferencia de los casos de HSD, en los que esta energía suele ser de menor intensidad. En el caso de las HSA es importante descartar la posible existencia de malformaciones vas- culares o aneurismas en las arterias del polí- gono de Willis. Aunque en principio la rotura de una aneurisma o malformación vascular se asociaría con HSA espontáneas se ha descrito también, aunque con muy poca frecuencia, la aparición de HSA asociada con roturas traumá- ticas de aneurismas de arterias del polígono de Willis.(Referencias sugeridas (15-19)) El hematoma epidural, aunque se observó en po- cos casos del estudio realizado (n=9) se presen- tó con mayor frecuencia en los casos de trauma por golpe directo en la cabeza. Los hematomas epidurales suelen producirse por lesión local de la arteria meníngea media o ramas arteriales o venosas durales en el contexto de fracturas debidas a lesiones por contacto directo. A dife- rencia del HSD no suele asociarse con contu- sión cerebral. De la misma manera, el HSD no es infrecuente que se halle alejado de la zona de impacto y en la zona de contragolpe, pero el he- matoma epidural no suele localizarse fuera de la zona de impacto (15). En relación con las fracturas de bóveda y base craneal, hubiese sido previsible observar un predominio de las mismas en mecanismos de producción de alta energía. En este sentido se observa efectivamente un predominio de estas lesiones en casos de precipitación (70 y 72% de fracturas de base y bóveda craneales) y, como era previsible, una frecuencia casi siete veces menor en casos de caída o golpe directo (10 al 12%). En el caso de los mecanismos de atropello y colisión por accidente de tráfico, mecanismos también de alta energía, la frecuencia fue algo menor que en la precipitación (40 al 52%) lo que podría ser parcialmente explicado por las mejo- ras en los sistemas de protección de los vehí- culos de motor modernos tanto para peatones como para ocupantes (Referencia sugerida (20)) En los traumas directos con objetos contusos se transmite la onda que se expande del golpe des- de el cráneo al cerebro. Si el golpe con estos ob- jetos es de gran intensidad la onda del golpe le- siona la masa cerebral produciendo contusiones y hemorragias, zonas que rápidamente se rodean de edema cerebral, asociando o favoreciendo además un aumento importante de la presión intracraneana, la cual se considera la causa de parte importante de las muertes por trauma cra- neoencefálico, pese a tener un correlato semio- lógico limitado (3). Es importante ubicar las lesiones en la cabeza, recordando que la línea del ala del sombrero se corresponde con el mayor perímetro hori- zontal de la cabeza, unos 3 cm. por encima de las cejas y sobre el extremo superior del pa-

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