Cuadernos de Medicina Forense
78 MARÍA CASTELLANO, MAESTRA Y EJEMPLO DE VIDA Hernández Gil A CUADERNOS DE MEDICINA FORENSE A S O C I AC I Ó N D E M É D I C O S FO R E N S E S D E A N DA LU C Í A S O C I E DA D A N DA LU Z A D E M E D I C I N A L EG A L Y C I E N C I A S FO R E N S E S ( A M FA - SA M E LC I F ) Cuad Med Forense. 2024; 27(2):77-79 Su actividad actual la desarrolla como Aca- démica, al ocupar el sillón de Medicina Le- gal y Forense en la Real Academia Nacio- nal de Medicina de España y el sillón de Medicina del Trabajo en la Real Academia de Medicina de Andalucía Oriental. Refe- rente en el campo de la deontología y éti- ca médica -primera mujer que ingresó en la Comisión Central de Deontología-, for- ma parte desde hace más de una década de la Comisión de Deontología Médica de Andalucía. Es Doctora honoris causa por las Universi- dades de Jaén y Extremadura, y entre sus innumerables reconocimientos y premios destacan la Cruz Distinguida de 1ª clase de San Raimundo de Peñafort, la Cruz al Méri- to Policial con distintivo blanco, la Medalla de Honor de la Organización Médica Cole- gial, el Premio a la Trayectoria Profesional otorgado al mejor curriculum de todas las profesiones colegiadas por Unión Profesio- nal o la Medalla de Andalucía. Si bien sus méritos académicos le hacen digna de infinidad de reconocimientos, los merece mucho más por todas sus virtudes y actitud en los diferentes ámbitos de la vida. No solo ha sido una gran Maestra, creando escuela propia, sino también una ejemplar discípula , mostrando una eterna fidelidad hacia sus Maestros, a quienes con la hu- mildad que le caracteriza, siempre mostró una actitud de respeto, aprendizaje y grati- tud honrando su legado. Como pionera en la aplicación de las pruebas de paternidad y en el estudio de la violencia de género, supo abrir caminos en la investigación fo- rense, marcando un antes y un después en estas áreas. Su disposición y valentía en la realización de pericias de extrema peligro- sidad fueron testimonio de su compromiso con la verdad y la justicia, enfrentando cada desafío con determinación y coraje. Su ca- pacidad de trabajo ilimitada, sacrificio in- agotable, esfuerzo constante e intolerancia ante la frustración, la han convertido en un modelo de entusiasmo, perseverancia, en- trega y compromiso, que, combinado a su empatía universal, diplomacia innata, ama- ble expresión, exquisita educación y dulzu- ra en el trato, le han permitido abrir puertas infranqueables para casi todos. Sirva como ejemplo, el éxito alcanzado desde la Pre- sidencia de la Comisión Nacional de Me- dicina del Trabajo al introducir dicha espe- cialidad dentro del sistema de residencia hospitalaria MIR con todas las consecuen- cias que ello conllevó. La vida de la Profesora Castellano está ro- deada de éxitos, pero también le ha ases- tado golpes de extrema dureza ante los que siempre adoptó una actitud ejemplar. Sufrió con entereza simpar la pérdida de su brillante marido, el Profesor Amadeo Sánchez Blanque, catedrático de Psiquia- tría, con quien compartió amplios conoci- mientos en esta área. Se enfrentó de modo admirable a la larga enfermedad y falleci- miento de su hijo Amadeo, y lleva más de una década como modelo de paciente y de resiliencia frente a la peor de las enferme- dades, manteniendo, con la más cálida de las sonrisas y sin el más mínimo lamento, una actividad profesional tan intensa y bri- llante que resulta un desafío inalcanzable para cualquiera. Con más de 53 años dedicada a la docen- cia, la investigación científica, la pericia médico legal al servicio de la Administra- ción de Justicia y a la vida académica, con la permanente búsqueda de la excelencia, muestra de ello su intervención como coe- ditora de la última edición del Gisbert Ca- labuig, continúa siendo un faro de conoci- miento e inspiración en los compañeros de profesión, transmitiendo no solo saberes, sino también principios y valores. Siempre di spuesta a compar t i r sus co- noc imientos y valores - j amás se negó a cualquier sol i c i tud, con independenc i a del lugar y t ipo de foro- , nos ha mos- t rado que la verdadera grandeza del ser humano radi ca en la humildad, la sen- c i l lez , la compas ión y la capac idad de empat i zar con quien se le acerque . Al lá donde acude, aux i l iada por sus profun- dos conoc imientos de Derecho Sani tar io, de los fundamentos de la deontologí a y la ét i ca médi ca y por su dulce carácter, ha sabido ganarse el profundo respeto y admi rac ión de todos sus compañeros de profes ión . Es capaz de desnudarse ante el audi tor io revelando miedos e insegu- r idades l igados a aspectos ínt imos de su maldi ta enfermedad, s in por el lo, desde
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