Cuadernos de Medicina Forense

ANÁLISIS PSIQUIÁTRICO-FORENSE DEL ESTADO PASIONAL Villarejo Ramos A . Cuad Med Forense. 2025; 28(1):19-25 22 CUADERNOS DE MEDICINA FORENSE A S O C I AC I Ó N D E M É D I C O S FO R E N S E S D E A N DA LU C Í A S O C I E DA D A N DA LU Z A D E M E D I C I N A L EG A L Y C I E N C I A S FO R E N S E S ( A M FA - SA M E LC I F ) la hiperestesia del yo y por la debilidad circuns- crita de la autocrítica. Bajo la influencia de los conflictos en las relaciones sociales a causa de la inadaptabilidad al medio y mediante interpre- taciones que se irradian progresivamente, se provoca el predomino de un complejo ideoafec- tivo, sus persistencia y su extensión” (13). La aparición del delirio de persecución puede ser muy lenta. Primero se establece un perio- do de incubación, en el que las ideas de per- juicio son mas una suposición o una sospecha que una idea fija, acompañadas de desconfian- za, irritabilidad y disforia. Para nosotros, este primer estadio puede corresponderse con las ideas sobrevaloradas y las actitudes propias del estado pasional cronificado. Progresivamente la sospecha adquiere el carácter de certeza deli- rante (periodo de estado) y en el periodo final el delirio puede enquistarse o revertir. 2. Delirios pasionales. Pero si en algún tipo de paranoia sistematizada son especialmente protagonistas las pasiones son las que Clérambault reunió bajo el con- cepto de “psicosis pasionales”. Incluyó aquí el delirio de reivindicación descrito por Sérieux y Cagras, la erotomanía y el delirio de celos (13). En los delirios pasionales, sobre una idea so- brevalorada, que Clérambault denominó “nudo ideo-afectivo inicial o Postulado” se desarro- llará y extenderá el delirio (3). En el delirio rei- vindicativo el Postulado es la creencia de ser agraviado, ofendido o tratado injustamente. El continuum puede transcurrir entre los sujetos que presentan frecuentes quejas o reclamacio- nes no patológicas, sujetos pleitistas y litigan- tes patológicos pero no delirantes y pacientes con trastornos delirantes de reivindicación. En el delirio de infidelidad, se tiene la convicción de que la pareja le ha sido infiel. Sobre una personalidad predispuesta o celotípica pueden desarrollarse ideas según las cuales se pone en duda la fidelidad de la pareja con mayor o menor convicción (ideas sobrevaloradas), hasta alcanzar la certeza delirante de ser engañado. Finalmente, en el delirio erotomaníaco existe la convicción de que el otro le ama. Encontramos que tanto las ideas sobrevalora- das de las pasiones como el postulado inicial de estas psicosis pasionales dominan com- pletamente la actividad y conducta del sujeto, que, como dice Barjau, está focalizada a un fin concreto desde el inicio, llegando a sacrificar- lo todo para la consecución del mismo . En el pasional -continua el autor- se pone en juego desde el principio la voluntad que, polarizada hacia una finalidad precisa, vive en un estado de esfuerzo continuo, de excitación intelectual permanente y tensión psicológica, vehemente, excitable e hipomaníaca. En los delirios pasio- nales como en cualquier estado pasional, el su- jeto se encuentra emocionalmente predispues- to para el paso al acto. DIAGNÓSTICO PSIQUIÁTRICO-FORENSE. El diagnóstico psiquiátrico-forense va encami- nado a determinar si el delito cometido es con- secuencia de un estado pasional y al compromi- so que provoca en las capacidades cognitiva y volitiva. Para ello es necesario evaluar los estí- mulos que provocan el estado pasional, la per- sonalidad del sujeto y las reacciones emocio- nales y psicopatológicas a esta interactuación. 1. Características del delito pasional. No todos los sujetos afectos de estados pasio- nales comenten delitos, pero sí estamos inclina- dos a pensar, según deducimos de Marcó, Martí y Pons (20), que una gran mayoría de los deli- tos cometidos por pasionales son consecuencia de estos estados afectivos. Al fin y al cabo, la idea sobrevalorada del pasional coloniza todo su mundo psíquico, impregna sus emociones, pensamientos, interpretaciones e intenciones y difumina cualquier otra idea, que pierde rele- vancia en la vida del sujeto. El crimen secundario a un estado pasional es comprensible, característica común, según García Andrade (21) a todos los originados por trastor- nos psicorreactivos. Es decir, guarda una relación histórica y de sentido con la biografía del sujeto, su estructura de personalidad y con determina- dos estímulos que actúan como precipitantes del delito. Los estímulos, denominados por Kretsch- mer “vivencias clave”. deben incidir, como hemos comentado, en los aspectos mas sensibles del paciente, en los que se siente mas vulnerable. La vivencia no necesariamente ha de ser un aconte- cimiento único de gran intensidad sino la conca- tenación de microtraumatismos cotidianos.

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