Comentario de libros

Manual de medicina legal y forense para estudiantes de Medicina

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Cuad Med Forense. 2014; 20(4):218


Dragy

Este libro lo vemos como un hito en la casi bicentenaria historia de la literatura medicolegal española, al haber superado en calidad a los anteriormente publicados en las cuatro fases que se han ido sucediendo de la traducción de libros más que nada sensacionalistas y amenos, del obligado uso por el estudiante prácticamente de un solo libro en castellano, de las traducciones de textos generales de Medicina Legal y de la aparición en el panorama editorial de libros o capítulos sobre temas medicolegales escritos por autores pertenecientes a otras especialidades. El éxito conseguido es obra de unos muy calificados autores que reúnen las condiciones de médicos forenses, profesores universitarios y especialistas diversos.

Un principal mérito de los autores es haber conseguido condensar en algo menos de trescientas páginas toda la materia esencialmente exigible para impartir la asignatura de Medicina Legal y Forense en nuestras facultades de medicina, disciplina que abarca una gran variedad de temas, algunos de ellos con límites solapados con los de otras especialidades, como es el caso de la Medicina del Trabajo y de la Bioética Médica. Este logro, que solo puede conseguirse con el rigor conceptual en ausencia de cual- quier tipo de información innecesaria, supone un valor no solamente aprovechable por los estudiantes, que en su gran mayoría no van a terminar ejerciendo la Medicina Legal, sino que también puede ser de gran ayuda a los médicos de atención primaria, especialmente en los de ejercicio en el medio rural, lo que por su interés podría en las próximas ediciones figurar de alguna forma en el título del libro.

Tiene también una gran importancia el moderno tratamiento editorial, confiado con acierto a la Editorial Elsevier que ha sabido materializar en páginas a dos columnas con distintos recuadros y diferentes tipo de letra y a dos colores, la sugestiva y fácil lectura del contenido didáctico sugerido por los autores, del que lo más original es la inclusión, en todos y cada uno de los capítulos, de una inicial y detallada descripción del objetivo del aprendizaje y de dos apartados al final sucesivamente dedicados a un breve resumen y a una relación bibliográfica recomendada, esto último con- siderado como un gran acierto, tanto por lo apropiado de su reducida extensión como por la pertinencia de los textos que se recomiendan y por no prodigarse en invitaciones a la lectura de libros escritos en lenguas extranjeras.

El libro, para adaptarse a las directrices docentes universitarias y también a la actual organización de los Institutos de Medicina Legal que van a encontrar los que terminen ejerciendo de médicos forenses, consta de cinco capítulos: Derecho médico, Medicina del trabajo, Clínica medicoforense, Tanatología medicolegal, Toxicología forense y Psiquiatría forense; en ellos se aprecia el notable trabajo de coordinación realizado para reunir cuarenta y tres capítulos venidos de la mano de catorce autores. Con el estudio del texto así compuesto se puede obtener toda la información que se pretende dar, aportando además temas no encontrados fácilmente en otros libros de la especialidad, tales como el intrusismo médico, el consentimiento informado, las comisiones deontológicas de los colegios de médicos, la prueba pericial médica, los protocolos internacionales de actuación en grandes catástrofes y la ecotoxicología, así como otras tratadas con mucha más amplitud de lo habitual, como puede verse al leer los apartados que ilustran sobre el secreto médico y la toxicología de las drogas de abuso y de los psicofármacos.

La obra escrita se completa con el acompañamiento de material on line con interesante contenido de descripciones de casos clínicos, de preguntas de autoevaluación, de textos legislativos actualizados y de imágenes, lo que unido a todo lo expresado desde el principio augura la reedición del texto, para cuyo caso se hace la observación de que la gran calidad de la obra no está en proporción con la iconografía, en algunos casos de regular nitidez y poco demostrativa, y por lo tanto mejorable a ser posible con alguna imagen en tricromía.