Comentario de libros
Comentario de libro
Cuad Med Forense. 2010; 16(3):176-177
Ésta es la primera edición en español, traducida después de las varias antes editadas en inglés, del texto escrito en Estados Unidos por dos profesores universitarios de Bioética y otro de Filosofía de la Medicina. Su interés radica en que invierte el planteamiento habitual en los libros de Bioética; que en vez de partir de unos principios (ética aplicada), se basa en el problema concreto para desde allí proceder a la toma de decisiones, lo que puede exigir el atender a varias consideraciones ya que en ética, siguiendo a nuestro Diego Gracia, no se plantean dilemas (sí o no) sino problemas (tomar decisiones). La base del sistema que se propone consiste en la consideración de que la Ética es un aspecto inherente a la medicina clínica de calidad (razón por la que incluimos la crítica del libro en una Revista de Medicina Legal en cuya disciplina se incluye el estudio de la malpraxis).
El método para su aplicación consta de cuatro parámetros, que coinciden con los ya imprescindibles criterios éticos de Beauchamp y Childress: indicaciones para intervenir médicamente (no maleficencia), preferencia de los pacientes (autonomía), calidad de vida (beneficencia) y rasgos contextuales (justicia). Los cuatro parámetros encabezan cada uno de los capítulos del libro, los cuales a su vez se dividen en treinta y un párrafos en cuyo texto están incorporados, en muy pocas líneas, la explicación de los temas, los ejemplos y la bibliografía recomendada, lo que aporta utilidad como libro de consulta. De ellos hemos encontrado como más llamativos los referentes a las consecuencias legales de la renuncia al tratamiento, el consentimiento informado, la comunicación veraz, la toma de decisiones en discapacitados mentales, la falta de cooperación con las recomendaciones, la mejora y el realce (referido especialmente a la cirugía estética), la economía sanitaria, la religión, la medicina ocupacional y los comités de ética.
En cada uno de los temas, a la breve descripción de un caso le sigue un mucho más extenso comentario y una recomendación, distinguiendo siempre entre las posibles soluciones más o menos acertadas, lo que hace resaltar la impresión, a nuestro juicio primordial de esta obra, de hacer ver las dificultades que en la valoración ética pueden aparecer en ejercicio de una profesión cada vez más sobrecargada de exigencias de conocimientos técnicos y de preocupaciones de evitación de actos que pudieran verse demandados como antijurídicos.
Dragy
Cuando la Psiquiatría Forense está a punto de separarse de la Medicina Legal como una ciencia independiente, aparece como una novedad editorial este diccionario que nos viene de la mano de tres psiquiatras y un psicólogo de la Universidad de Buenos Aires. Escrito con una indudable intención ilustrativa interdisciplinaria, lo vemos no solamente como de preferente utilidad para los que tienen que leer los informes médicos en los casos judiciales con implicaciones en materia de Salud Mental, sino también para los propios informantes, aportándoles las muchas veces ayuda necesaria para que en los términos de la redacción se consiga la imprescindible unión de la corrección con la inteligibilidad. De acuerdo con este último extremo, procede prescindir en el manejo del diccionario de determinados términos bien por ser ultracultos (como coconstrucción y ginemimesis, que sirven para designar sucesivamente el relato infantil del abuso sexual y la feminización total), bien por tratarse de anglicismos (como handling o docking) o palabras de uso habitual en la República Argentina (como ingénito, foja y esquivez), o bien por poderse sustituir por otras más comprensibles en España (deolismo por travestismo, androsomia por sodomía, hesitar por dudar, taquiligia por logorrea, ciprieunia por uso del sexo con prostitutas y monecismo por hermafroditismo). También puede prescindirse de las numerosas entradas constituidas por frases en latín, las mismas que, a nuestro juicio, salvo alguna excepción no son de aplicación en un informe medicolegal.
El libro no es un simple glosario de términos, sino que a su valor como diccionario se le añade otro cultural médico que le da una amenidad muy lejana a la que pudiera existir en cualquier otro libro de esta clase. Con este carácter enciclopédico destacan las descripciones de los trastornos mentales, muchas veces en mayor número que los que figuran en el DSM-IV como en el caso de los trastornos de la personalidad, en los que llegan a enumerarse hasta veinticinco tipos, o en las desviaciones de conducta sexual que en un punto del texto son calificadas como poco frecuentes y en otro como perversiones.
En el terreno del psicoanálisis es donde, con mucho, se puede recoger información, tanto en el campo de los conceptos, en el índice biográfico de psicoanalistas fundamentalmente argentinos, como en el de casos que han quedado en la Historia de la Medicina como modelos de puntos de vista en el ejercicio clínico. A todo esto se refieren las entradas que el diccionario dedica a los conceptos básicos de señal de peligro, imaginario, principio de realidad, identificación proyectiva, hiperestenia y desplazamiento y restos diurnos, así como a las grandes figuras de Freud, y sus seguidores pertenecientes a la Sociedad de las Noches del Miércoles, Lacán, Moyano, Schilder y Reik, entre otros muchos más que se recogen en el diccionario, y los casos Scheber, Dora, el Hombre de las Ratas y El Hombre de los Lobos.
Dragy