Presentación del caso

El cadáver carbonizado de una mujer campesina de 68 años de edad, que vivía sola en un apartado lugar de la provincia de Panamá, fue encontrado entre los restos de una vivienda rural de madera, completamente quemada. El cuerpo fue remitido a la morgue judicial de ciudad de Panamá para su identificación y determinación de la causa de la muerte. No había registros de antecedentes patológicos de la fallecida.

Examen necrópsico

Se recibió un cuerpo incompleto, quemado hasta la carbonización, con amputaciones térmicas y pérdida de estructuras anatómicas en el tronco y los miembros (Figura 1). Fue identificado por sus características antropológicas y por la información recibida de los investigadores.

Al revisar las cavidades, las vísceras estaban bien conservadas. Había coágulos cocidos en el hemitórax izquierdo (Figura 2). En las vías aéreas no se encontraron partículas de carbón (Figura 3), y tampoco se observaron partículas de hollín al examen microscópico (Figura 4). El saco pericárdico estaba roto y contenía coágulos cocidos (Figura 5); al evacuarlos, se encontró una herida punzo-cortante, de 1,2 × 0,8 cm, que interesaba todo el espesor de la pared anterior del ventrículo izquierdo (Figuras 6 y 7). Al examen microscópico de la lesión se encontró fragmentación de fibras miocárdicas y hemorragia reciente (Figura 8).

Se estableció que la causa de la muerte fue la herida punzo-cortante que interesó el corazón, y que el deceso ocurrió antes de la exposición térmica. Basándose en los resultados de la necropsia, los investigadores interrogaron a un familiar de la fallecida, quien confesó ser el autor del femicidio.

Discusión

En una vivienda incendiada, es inverosímil que el cuerpo de un adulto se queme por completo sin dejar rastros. La tentativa de encubrir una muerte intencional provocando el siniestro es infructuosa porque, a pesar de la importante destrucción corporal, y debido a su elevado contenido de agua, los órganos se conservan bastante bien y aún es posible obtener tejidos y fluidos corporales para análisis histopatológicos y de toxicología^1-3.

El cuerpo carbonizado es frágil y presenta múltiples artefactos causados por el trauma térmico, los factores ambientales y su manipulación desde el lugar del hallazgo, razón por la cual en muchos de estos casos la causa de la muerte queda como indeterminada^4,5.

El examen de estos restos es un verdadero reto para el patólogo forense. Los objetivos principales de la necropsia son establecer la identidad, la causa y la manera de la muerte. Además, el médico deberá opinar sobre la posibilidad de que la persona estuviera muerta antes de iniciarse el incendio^6-8.

El proceso de identificación incluye el análisis de toda la información ante-mórtem y de los hallazgos de la necropsia. En los cadáveres carbonizados, la certeza de la identidad se establece mediante los estudios de odontología y de genética forense (ADN)⁹.

Es difícil, sino imposible, distinguir macroscópicamente quemaduras ante o post mórtem, en especial en cuerpos carbonizados. Las pruebas de que la persona estaba viva en el momento de comenzar el incendio son la presencia de residuos negruzcos en las vías aéreas y una alta saturación sanguínea de monóxido de carbono; una prueba adicional es la documentación microscópica de una reacción vital en las quemaduras^6,7.

El trauma térmico puede alterar o destruir lesiones preexistentes. El calor encoge los tejidos por la pérdida de agua y la coagulación de las proteínas, y debido a ello las heridas se reducen de tamaño y pueden pasar desapercibidas^6,8; sin embargo, como en el presente caso, mediante una correcta realización de la necropsia pueden reconocerse y documentarse.

La quemadura intencional de un cuerpo, como modo de encubrir un homicidio, es la segunda, después de la forma accidental de trauma por exposición a altas temperaturas¹⁰. En el caso presentado, la víctima era una mujer (femicidio: asesinato de mujeres por razones asociadas al género)¹¹. El femicidio por estrangulación y posterior intento de encubrimiento por quemadura también ha sido descrito.¹²

En conclusión, pese a su aspecto, el examen minucioso de un cuerpo carbonizado aporta información de gran utilidad a la investigación.

Los autores declaran no tener conflicto de intereses.

Bibliografía

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11. Carcedo Cabanas A, Sagot Rodríguez M. Femicidio en Costa Rica: balance mortal. Med. Leg. Costa Rica (online). 2002;19:5-16. (Consultado el 9/5/2013.) Disponible en: http://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1409-00152002000100002&lng=es&nrm=iso.
12. Suárez-Peñaranda JM, et al. Concealed homicidal strangulation by burning. Am JForensic Med and Pathology. 1999;20:141-4.

Dirección para correspondencia:
José Vicente Pachar Lucio
jvpachar@gmail.com