Bibliofilia Médicolegal

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Alfonso Galnares Ysern

De la Real Academia de Medicina Médico Forense. Sevilla

Cuad Med Forense. 2002; 8(29):69-70

Por su interés bibliográfico comparativo, traemos a esta sección de la revista la versión original de los Precis de Medecine Judiciaire de Lacassagne editada en 1878 y la obra que apareció en España con el título de Manual de Medicina Forense y del que podemos comentar un ejemplar de su tercera edición de 1946, que por sí solo demuestra el interés que debió alcanzar la obra francesa en nuestro país y que asimismo explica las constantes citas a Lacassagne que figuran en la literatura medicolegal española.

Lo más destacable es que son dos libros distintos, lo que ya se lee en la portadilla del Manual, donde se refiere el texto como traducido y reformado, por M. de Brioude, forense español y profesor de la Universidad de Sevilla. Las diferencias son tan básicas, como que el texto francés es un texto ordenado, de una perfecta impresión, ilustrado con dibujos de gran expresividad e incluso con planchas en color de gran belleza y que suponemos insólitas en su época, mientras que la edición española, de peor calidad, a pesar de haber transcurrido cerca de setenta años, es un libro más sinóptico, dando más importancia a las tablas y usando o abusando de llaves, listas y enunciados. Esta diferencia la vemos como que el maestro francés escribiendo a los médicos para referirles la impresionantes experiencia de solo cuatro años en la Escuela de Val-de Gráce, mientras que el profesor español publica una guía médica del abogado, magistrado, forense, perito, juez de instrucción y policía, según consta como subtítulo de la obra. Hoy podríamos llamar respectivamente a ambos libros Tratado y Breviario.

Los Precis de Medicina Legal constan de una amplia introducción histórica y se divide, muy de acuerdo con su época, en una parte general, que trata de la identificación, las manchas, y el estudio del cadáver y otra especial dedicada a heridas y contusiones, asfixias y envenenamientos e instinto sexual y función reproductiva. En el texto el propio autor señala la importancia de la separación de los temas jurídicos y médicos y alardea de haber sido el primero en ocuparse del estudio de temas entonces inéditos como la muerte por el calor y el frío, la inanición y los accidentes anestésicos.

A nosotros nos parece lo más destacable, el que junto con las descripciones médicas, en cada caso se expliquen lo que el autor llama consecuencias medicojudiciales y reglas de pericia, lo que apunta a la tendencia actual de distinguir lo que hoy denominamos protocolos de actuación.

El Manual de Medicina Legal, perfecto para los fines que fue concebido, hoy se lee con mucho menor interés. Dejamos constancia de la valiosa adaptación a la legislación española y del hecho de que el traductor, en contra de la apariencia de su apellido, es español y se muestra orgulloso de ello al señalar el éxito de un método analítico propuesto por Lecha Marzo y al lamentarse de no poder decir lo mismo de otra técnica del mismo autor «a pesar de ser su compatriota».