Comentario de libros

Comentario de libros

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Cuad Med Forense. 2004; 10(36):71-63

MEDICINA FORENSE.
– Grandini González, J.- McGraw-Hill Interamericana.- 199 págs.- México DF.- 2004.

Sorprende que en la época en que los tratados de Medicina Legal están dejando paso a textos monográficos en algún caso incluso de considerable volumen, aparezca un libro de Medicina Forense reducido en tamaño y en número de páginas y que este haya merecido el interés de publicación de la más que prestigiosa editorial McGraw Hill Interamericana. La explicación está contenida en el prefacio del libro donde se lee que la creación en 1986 en México de la especialidad en Medicina Forense, coordinada con el Tribunal Superior de Justicia y la Escuela Superior de Medicina, ha dado lugar a que tenga que darse un certificado a los médicos que ejercen esta actividad por el también recientemente creado Consejo Mejicano de Medicina Legal y Forense, por lo que el autor reconoce que ha concebido su obra para abrir amigablemente las puertas de esta profesión. Este libro es una muestra por otro lado del estilo docente de la Medicina Legal Mexicana, siempre situada en sitio destacado dentro de las ramas de la Medicina a partir de la obra, que en su día fue glosada en la sección de Bibliofilia de esta revista, de Hidalgo y Carpio, quien desde el Hospital de San Pablo en la era de Benito Juárez, difundió por todo el país, las corrientes europeas inspiradas principalmente por Orfila y Tardieu.

La intencionalidad y el nivel didáctico del manual se aprecian en una primera vista, tanto por la terminación de cada capítulo en un cuestionario con cinco respuestas posibles como por estar colocadas al principio treinta fotografías en un conjunto que va titulado como Encarte Fotográfico, en el que nos parece que se ha buscado más que nada mostrar la variedad de la práctica medicoforense para hacerla mas atractiva a sus futuros ejercitantes. También se ve el destino para principiantes en la elección de capítulos, en los que la Toxicología ha quedado completamente soslayada y a la Psiquiatría se le dedican solamente 17 páginas.

El lector español tiene que leer con interés Historia de la Medicina Legal en Méjico, que siempre hemos visto tratada con extensión y con orgullo, tanto como reconocimiento a la importante actividad médica del país mejicano, como porque en ella figura con derecho propio España desde 1768 cuando se funda en la Nueva España por orden de Carlos III el Real Colegio de Cirugía, con su correspondiente cátedra de Medicina Legal, sobre el modelo de los de Cádiz y Barcelona. De otras páginas se verá obligado a prescindir, por tratar de temas de organización y de legislación completamente ajenos al ejercicio profesional en nuestro país. Un tercer aspecto en esta línea, sería la apreciación distinta al definir, de lo que pueden servir de ejemplo los conceptos de muerte anatomopatológica, red venosa póstuma y hechos de tránsito.

De los once capítulos, hay cuatro que no podían faltar, referentes a tanatología, traumatología, asfixiología y sexología que están tratados ampliamente dentro de las limitaciones que impone el tamaño de la obra, aunque a nuestro juicio podrían haberse extendido en algunos apartados, a expensas de prescindir de la exhibición de signos con nombre propio e incluso aunque solamente sea por haber quedado obsoleto el uso excesivo de las citas onomásticas. Del capítulo de tanatología destacamos la relación de pesos y medidas de órganos, siempre de agradecer pues las existentes ni se han prodigado, ni siempre son coincidentes y como curiosidad el que en su lectura no hemos encontrado la descripción del «necrófago legista», instrumento que el prologuista lo señala como invento del autor de gran utilidad en el levantamiento del cadáver.

Más atención merecen un capítulo de cierta originalidad, como el embarazo no deseado, que hasta ahora no hemos encontrado enunciado como tal y sobre todo el de odontología Forense, escrito íntegramente por el Dr. Muñoz Garibay y que según nuestro modo de pensar es el de mayor calidad del libro, por haber conseguido reunir con gran sentido didáctico datos fundamentales sobre fórmulas dentarias y sobre la identificación de edad y de sexo.

Dragy

 

ESSENTIAL EVIDENCE-BASED MEDICINE.- Dan Mayer.
– Cambridge University Press.- 381 págs.- Cambridge (UK).- 2004-10-24.

No se trata de un libro de Medicina Legal, pero según nuestro criterio, lo que trata tiene ya que formar parte de la base cultural medicoforense, por la frecuencia e importancia de las peritaciones sobre actos médicos en litigio. En el momento actual, no es suficiente la experiencia propia ni los conocimientos aprendidos, por otro lado siempre parcelarios por la amplitud de los campos médicos a donde tiene que adentrarse la pericia, sino que para juzgar la práctica profesional ajena hay que recurrir a la experiencia externa y esto no como hasta hace muy pocos años, sobre la base de citas aisladas de acreditadas escuelas, sino con el soporte estadístico que los modernos medios permiten disponer para saber que es lo óptimo al tomar decisiones en casos concretos.

Este libro, que es el primero que sobre este tema llega a nuestras manos, expone formal y ordenadamente las bases de lo que hoy puede parecer una novedad, pero que necesariamente veremos extenderse en su uso. Su origen está en unos cursos que se iniciaron en 1992 en la Universidad del Estado de Michigan, dados por el autor, profesor de Medicina de Urgencia en la Universidad de Albany a los residentes que pretendían obtener el máximo rendimiento de sus lecturas profesionales, lo que repetido en los diez años siguientes llevó al docente a pensar que era necesario que los médicos debían de llegar a ser consumidores críticos de la literatura médica, diciendo también textualmente que no comprendía como muchos médicos eran alérgicos a la medicina, añadiendo la llamativa observación de que medicina es matemáticas, defendiendo esto último con el decir que la mayoría de las interacciones diarias con pacientes lleva consigo el entendimiento de procesos matemáticos.

Ni que decir tiene que la lectura es difícil y que se requieren muchas visitas a sus páginas y esto no solo por la abundancia de fórmulas y gráficas sino también con la introducción de conceptos de nuevo manejo, si bien esto último se ayuda con un glosario final que contiene nada menos que 195 entradas.

Hay 31 capítulos, todos ellos precedidos de un recuadro donde van detallados los objetivos de aprendizaje, lo que es muy de agradecer dada la complejidad de cada uno de los apartados. También le hemos encontrado utilidad al desarrollo de los cinco primeros capítulos, que sucesivamente se refieren a historia de la medicina y de la estadística, a la delimitación del concepto de medicina basada en la evidencia, a las relaciones de las cuestiones clínicas con los tipos de estudio, a dar una visión sobre la literatura médica y a la búsqueda dentro de esta literatura, capítulo éste que está escrito por Sandi Pirozzo, profesor de la Universidad de Queensland. A estos siguen otros ya más operativos, de entre los que podemos destacar los referentes a precisión y validez, a las hipótesis de prueba, aplicabilidad, uso de tests diagnósticos, a la utilidad de las guías prácticas (guideliness) y a los estudios de coste- beneficio. De entre estos capítulos nos ha interesado personalmente la clasificación en Errores I y II, como conceptos muy actualizados en relación respectiva con los tan utilizados extremos de falso positivo y falso negativo.

Siguen luego apéndices, de interés práctico, entre otros temas, sobre nivel de evidencia y grados de recomendación, fórmulas y uso de estadísticas. El libro además se acompaña de un DVD que puede servir de ayuda en casos concretos.

Siendo consecuentes con el principio de este Comentario, en el que afirmábamos que este libro para el forense tenía solamente el interés de aumentar su base cultural, en nuestra opinión hay una parte del texto de imprescindible lectura, que hay que saber separar de párrafos, de conceptos y de capítulos que consideramos que nunca van a formar parte de los conocimientos médicos, refiriéndonos por ejemplo al teorema de Baye y las curvas ROC. En todo caso estamos convencidos que solamente por algunas de las enseñanzas que se obtienen en los ratos de lectura, este libro merecía ser traducido en beneficio de los médicos hispano parlantes.

Dragy